En resumidas cuentas la Comisión Federal para la Protección
contra Riesgos Sanitarios, señaló el “gran” logro de haber realizado 13
operativos para incautar cigarrillos de contrabando y lograr esa “estratosférica”
cifra.
Sin embargo para los que se dedican a la matemática simple,
hablamos de 2.8 millones de cajetillas, que parece también una cifra extraordinaria,
aunque seguramente es la venta de una semana de esos productos en un mercado
como el del Distrito Federal.
Es más viéndolo ya en cifras de volumen, esas cajetillas
incautadas, corresponden aproximadamente a unos 42 contenedores de los que
vemos circular de manera cotidiana por las carreteras y centros urbanos de
nuestro país, para ser sincero, creo que veo más que ese número de manera
diaria en el trayecto de mi casa a mi negocio.
Una estructura burocrática de 50 funcionarores de primer
nivel (con salarios equiparables a nivel de director de área o mayor) que nos
cuesta, sólo en sueldos y salarios de esos señores unos 10 millones de pesos al
año, haber incautado unos 8 millones de pesos de mercancía que además de ser
ilegal, daña la salud de millones de mexicanos, debe ser un logro fenomenal.
Claro que no es esa su única función, tiene otras muchas y
muy variadas responsabilidades, nos hemos enterado los últimos días que también
logra “incautar” medicamentos caducos por otra estratosférica cifra y que
realiza diversos análisis de calidad a productos del campo mexicano.
Nos hemos enterado, porque ha “pagado” para que sus insertos
sean publicados por los medios de “comunicación”, por que gasta también una
buena cantidad en “promocionar” sus logros.
Pues total la lana es lo que sobra ahí.
Ni las 166 toneladas de medicamentos caducos o ilegales, ni
los 156 millones de cigarrillos incautados, ni los análisis de productos
agropecuarios son un logro de Cofepris, esa es su función, para eso fue creada
y eso es lo que debe hacer.
Lo que más bien parece es que o le sobró dinero y lo está
gastando en publicaciones inútiles o el señor Mikel Andoni Arriola Peñalosa, tiene la mira puesta en alguna mejor
posición en la administración o está apuntándose para ir a la SHCP cuando lo
necesite el servicio público.
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